Unas palabras para mis niños…
“En la vida hay momentos de plenitud que no pueden ser explicados totalmente por estos símbolos llamados palabras; su significado solo puede ser articulado por el inaudible lenguaje del corazón."
Cada uno de nosotros somos el resultado de las circunstancias, del entorno y de lo que nos ha ofrecido la vida. Y a mí la mía me ha permitido grandes satisfacciones como la del día de hoy, en donde tengo el privilegio de dirigirme a vosotros, mis queridos niños, para expresaros con palabras este sentimiento de orgullo al ver que estos tres años culminan en este momento con el esfuerzo conjunto de vuestros padres, vuestros maestros y de vosotros mismos con éxito y con las herramientas suficientes para triunfar en cada peldaño que sigáis escalando en el recorrido permanente hacia vuestros sueños.
Con vosotros viví increíbles aventuras, enfados, emociones, tristezas y alegrías, traté de que supierais siempre que os quiero mucho y de ir aprendiendo al mismo tiempo de vuestra seguridad, inocencia y curiosidad.
Ha sido maravilloso para mí teneros como alumnos, como grupo, como amigos, ya que hoy más que nunca estoy convencida de que el agradecimiento y amor que veo reflejados en vuestras miradas me hace el trabajo de maestra más placentero y definitivamente agradezco al destino haberlos puesto en mi camino para sentirme aún más orgullosa y satisfecha de mi profesión.
Sé que todos los maestros intentamos no sólo que penséis en grande, sino que seáis grandes y hoy estoy segura de que acudís a secundaria con bases firmes y sólidas para conquistar un paso más en vuestra educación. Recordad que el éxito alcanzado con honradez y esfuerzo le da sabor a la vida, triunfar en las cosas pequeñas es dar un paso firme hacia el éxito de las cosas mayores.
Debéis estar muy orgullosos por lo alcanzado... hoy llegáis a una meta... pero no es el final del camino... Aún quedan largos senderos por recorrer... muchas metas más que descubrir, debéis seguir luchando por alcanzar la cima y realizar vuestros sueños más preciados paso a paso, venciendo cada uno de los obstáculos que se atraviesen. El objetivo final, aún no se alcanza, las puertas quedan abiertas para escoger el camino que ha de conduciros al éxito, recordad que no basta con soñarlo, hay que echar manos a la obra, luchar y prepararnos para obtener la llave de nuestro futuro.
Gracias mis niños por permitirme ser parte de vosotros, por la confianza que me demostrasteis, por dejarme ser vuestra amiga, vuestra confidente y vuestra maestra. Por aguantar mis enfados, mis gritos, mi impaciencia, pero sobre todo por recibir con agrado el cariño que yo intenté daros cada día y por el inmenso amor que siempre me ofrecisteis.
Todo el personal que trabaja en este colegio, las aulas donde dejasteis vuestras risas y llantos, vuestros compañeros y en especial yo, os echaremos mucho de menos, espero que nunca nos olvidéis.
Cecilia Chamorro Mateos, tutora de 6º
